miércoles, 17 de febrero de 2010
Pablito y Eva en Londres
Como bien apuntó Eva, se habrían quedado en una esquina de Borough Market todo el día hablando. Y es que la parejita no vino a verme a mí, sino a los antiguos amigos y compañeros de la ucl de Pablo. Aún así , no hay quien se libre de mí. Si Mahoma no va a la montaña... la montaña (en este caso, yo) va a mahoma (londres/pablo-eva). El mercado de Borough estaba abarrotado, de verdad que en Londres cada vez hay más gente... sobre todo los fines de semana. Fuimos a Camden a mi antojito de las botas, que me están viniendo genial aquí con tanta lluvia. Y cogimos un bus a una zona nada turística, donde se encuentra el parque más grande de londres. (En efecto, no es hyde park). Tomamos un tesito con un scone en un barecito muy mono, decorado con cuadros artísiticos, todo muy arquitectónico. Y dimos un paseito por un parque salvaje hasta llegar a lo alto de la colina, desde donde se veía "todo" londres. (Lo cierto es que se ven nada más los edificios de Canary Worf). Luego Stuart, un poco perdido, nos llevó a un pub muy acogedor y local, con velitas, donde nos tomamos la primera cerveza. El macroencuentro no fue hasta más tarde en un bar de Liverpool Street, con muy buen ambiente. Me gusta mucho empezar a disfrutar de londres de esta manera, aunque sin duda prefiero vivir en un sitio como brighton, más pequeño, más manejable. Me encantó ver a mi hermano, pero sobre todo, charlar con su chica, a quien a veces veo poco y en contextos demasiado arquitectónicos para mí. Gracias a los dos por venir! (aunque no fuese a verme a mí!)
No show, sí Tate
Recibí uno de esos mails que manda la universidad ofreciendo actividades mediáticas interesantes. Esta vez para asistir como público a la grabación de un programa piloto en términos de comedia-show para la bbc3. Así que pensé que era una oportunidad para ver cómo funciona la tele inglesa. Me saqué tiquets por antelación, muy baratos y dije, voy.
Por la mañana tuve el seminario de cine contemporáneo británico, con el profesor que más me gusta con diferencia, de los que he tenido. Ojalá diera también lectures, porque en los seminarios, aunque los coordina muy bien, apenas cuentas sus "sabidrurías". Luego reservé el estudio de fotografía y sobre un fondo blanco, estuve grabando a Sarah, toda de negro, dando saltos y haciendo patochadas, para ponerla en el video que se proyectará en National Student Pride por la noche, durante los conciertos. Lo mezclaré con animaciones de Flash, que estoy aprendiendo en Digital Media, un poco lioso y trabajoso, pero se le va cogiendo el tranquillo. A las 3 salió mi tren a Londres. Allí me encontré con un colega que se venía conmigo, le había sonado bien lo del programa. Como teníamos tiempo, fuimos a la Tate Britain, donde hay una exposición temporal de Ofili. Vale 10 pounds, pero si imprimer un "voucher" de facebook, sólo cuesta 5, jeje. Of course, así lo hice!
Hacía mucho que no iba a la Tate Britain, si es que alguna vez llegué a ir (con mi familia?) Siempre voy a la modern, que también está genial. Chris Ofili es uno de esos jóvenes artistas británicos, pero cuya herencia nigeriana que se refleja en todas sus pinturas. Había varios negros viendo la exposición. Llena de color. De hecho una sala, tras un pasadizo secreto tenía un cuadro titulado con un nombre de color, en español! "naranja", "morado", "rojo"... Me llamó mucho la atención. Aunque no fue la mejor sala, ni la más llamativa. Ésta tal vez era la primera, con shits en los cuadros por todas partes, curioso. De hecho, se le conoce por poner estas boñigas de elefante en sus pinturas. Tiene un colorido que me fascinó. El resto de la Tate lo vimos muy rápido, pero por supuesto, me paré en la sala de los macarrones. Ahí sí que tenían un lío montado, ni pulseras redondas ni cuadradas ni nada. Todos como yo diría "al barullo".
Llegar a Etcetera theatre fue un poco bajona. Hacía un día de estos londinenses de lluvia y por lo visto decidieron adelantar la grabación una hora... muy informal el no avisar. Llegamos a las 6y20, porque empezaba a las 7 y se recomendaba llegar a las 6.45. Aún así fue demasiado tarde. Pero, positivos, llamamos a unos amigos que estaban en londres y nos quedamos tomando una cervecita con ellos hasta tomar el tren de vuelta. Hoy no tengo clase, así que adelantaré trabajitos.
Por la mañana tuve el seminario de cine contemporáneo británico, con el profesor que más me gusta con diferencia, de los que he tenido. Ojalá diera también lectures, porque en los seminarios, aunque los coordina muy bien, apenas cuentas sus "sabidrurías". Luego reservé el estudio de fotografía y sobre un fondo blanco, estuve grabando a Sarah, toda de negro, dando saltos y haciendo patochadas, para ponerla en el video que se proyectará en National Student Pride por la noche, durante los conciertos. Lo mezclaré con animaciones de Flash, que estoy aprendiendo en Digital Media, un poco lioso y trabajoso, pero se le va cogiendo el tranquillo. A las 3 salió mi tren a Londres. Allí me encontré con un colega que se venía conmigo, le había sonado bien lo del programa. Como teníamos tiempo, fuimos a la Tate Britain, donde hay una exposición temporal de Ofili. Vale 10 pounds, pero si imprimer un "voucher" de facebook, sólo cuesta 5, jeje. Of course, así lo hice!
Hacía mucho que no iba a la Tate Britain, si es que alguna vez llegué a ir (con mi familia?) Siempre voy a la modern, que también está genial. Chris Ofili es uno de esos jóvenes artistas británicos, pero cuya herencia nigeriana que se refleja en todas sus pinturas. Había varios negros viendo la exposición. Llena de color. De hecho una sala, tras un pasadizo secreto tenía un cuadro titulado con un nombre de color, en español! "naranja", "morado", "rojo"... Me llamó mucho la atención. Aunque no fue la mejor sala, ni la más llamativa. Ésta tal vez era la primera, con shits en los cuadros por todas partes, curioso. De hecho, se le conoce por poner estas boñigas de elefante en sus pinturas. Tiene un colorido que me fascinó. El resto de la Tate lo vimos muy rápido, pero por supuesto, me paré en la sala de los macarrones. Ahí sí que tenían un lío montado, ni pulseras redondas ni cuadradas ni nada. Todos como yo diría "al barullo".
Llegar a Etcetera theatre fue un poco bajona. Hacía un día de estos londinenses de lluvia y por lo visto decidieron adelantar la grabación una hora... muy informal el no avisar. Llegamos a las 6y20, porque empezaba a las 7 y se recomendaba llegar a las 6.45. Aún así fue demasiado tarde. Pero, positivos, llamamos a unos amigos que estaban en londres y nos quedamos tomando una cervecita con ellos hasta tomar el tren de vuelta. Hoy no tengo clase, así que adelantaré trabajitos.
jueves, 11 de febrero de 2010
Londres cultureta
Botas de agua de Candem y un musical. Ésas fueron las dos razones iniciales que me llevaron a Londres, así como las ganas de ver un par de museos tranquilamente (Victoria and Albert y la Tate Modern) y la zona vintage de Spitafields. Disfruté mucho de esto último, Sarah además tenía los mismos intereses y además de sorprenderme con las imágenes que un par de días antes había visto en el taller de Digital media, en el V&A también pudimos probarnos auténticos vestuarios. Una pasada la zona de fashion, photography, theatre and performance. La Tate también nos la pateamos. Y el mercado y las vintage, igual. Por supuesto, e compré un queso francés y me hinché de degustaciones. En cuanto al musical... los domingos solo hay a las 3... un chasco, pero bueno, otra excusa para volver próximamente. Acabamos cenando en un buffet de China Town. Muy agradable. Pero con un cielo gris como hacía tiempo no veía.
miércoles, 10 de febrero de 2010
Saturday
El sábado amaneció un día precioso d fin de semana. Me imaginaba la playa llena de gente disfrutando del sol. Cogí mi cámara, mi nueva cámara, comidita y me propuse echar el día haciendo fotos por el paseo marítimo, hasta aburrirme. Luego se me unieron unos amigos y echamos toda la tarde, hasta terminar en Avatar, en 3D. Después de muchas recomendaciones decidí tener esa experiencia y en fin, el guión no es mi estilo ni me ha marcado la vida, pero la verdad es que disfruté de la experiencia como una niña.
Por supuesto aquella tarde me compré Saturday, de Ian McEwan
miércoles, 3 de febrero de 2010
À Paris avec Marie!
en el grand palais nos topamos con esta impactante instalación,
una reflexión sobre la presencia de la muerte, deshumanización, etc.
Precioso, París. Pensé que mi mayor motivación del viaje era María. Y por supuesto. Pero por alguna razón no imaginaba embriagarme con los aires de París, ni sorprenderme con nuevos barrios, calles, bares y gentes. Ya cuando fui hace un par de años con Cristina, Paula y Pablo a visitar a Lidia, me encantó el barrio latino. Esta vez, el que más me gustó fue Le Marais, muy cerca de Pompidou, lleno de bares, boulangeries, tiendas de moda de época, de cositas modernas... El ambiente es entre cultereta y bohemio, con un toque de modernidad parisina, enraizado en costumbres judías y homosexuales, porque dicen que es el barrio de los gays y judíos. Pero lo cierto es que está lleno de jóvenes, de artistas y de buen ambiente.una reflexión sobre la presencia de la muerte, deshumanización, etc.
María ya no es una turista en París, sino una ciudadana, estudiante y con curiosidades. Por eso no le importó repetir el turismo básico. Pero repito que sabía diferente. Hemos andado con rumbo, en busca de lugares emblemáticos, museos abarrotados, y por el mero placer de pasear. Y nos ha acogido genial en su piso, un sitio amplio y limpio en plena bastilla, con de todo alrededor.
Me ha encantado la exposición de Art Nouveau del Museo de Orsay, el Parque Monceau, en el que nunca había estado y que tiene distintas contrucciones que simulan distintos países, el hecho de tomar un crepe por día, quesos, pasear la ciudad, volver a sitios que ya conocía y disfrutarlos aún más. Analisa, mi amiga italiana y cuyo viaje a París era el primero, se ha quedado alucinada con la elegante ciudad. La compañía hace mucho.
Para colmo, el domingo Olivier se acercó a un bar en el que estábamos con amigas de María. Supongo que la perfección no es algo estático, y que es perfecto porque gradualmente nunca deja de serlo. Vino tan sonriente, agradable, interesante y lindo como siempre. Y eso que acababa de llegar de Haití y que según contaba, era el infierno. Olivier es un fotoperiodista francés que conocí el verano pasado en Gijón. Uno de entre varios que me llamaron especialmente la atención a nivel profesional y personal. Fue un placer volver a verlo.
El último día por la mañana María me dio un abrazo por detrás mientras desayunaba. No se lo dije, pero casi se me saltan las lágrimas. Me ha gustado tanto estar con ella estos días... Por suerte viene a Brighton en marzo y podré volver a disfrutarla, junto con otras dos mejores amigas, leti y concha. No hay nada como los buenos amigos (y la familia, claro). Aunque me encanta la sensación de conocer nuevas gentes y lugares.
Analisa y yo quedamos muy contentas y nos fuimos a muji y le compramos un par de chuminadas de esas que a mí me gustan y de las que mis hermanos se ríen de mí a la hora de hacer regalos. También una tartita preciosa.
Espero que os guste la selección de fotos. No voy a hablar de cada lugar visto, que tardaría mucho. Han sido casi cinco días. Pero repito que me ha encantado la ciudad. Quien quiera más, a llamar. Juas juas.
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